viernes, 19 de octubre de 2007

Mi entrepierna;
umbral de rencores,
protectora
de cuanto beso mal nacido
emerge de tú boca...

Entre gemidos
la mujer silencio
se tiñe el cabello
de melancolía,
vestigios
y besos de muerte…

No hay espacio
para la fecundación
sin llanto…

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