domingo, 14 de octubre de 2007


Duele la nostalgia de tus manos
caricia cansada
amarga
que se pierde en la constelación
de mis pecas

Duele recordar tú boca de fuego
sin la pócima asesina
de tú lengua

Duele que me duelas,
en los minutos de insomnio
que nunca acaban por irse…

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